No se si fue durmiento, soñando
o simplemente viviendo,
que un día te encontré en mis brazos.
El simple guiño de la ternura,
entre tanta locura,
entre vos y yo.
Con una respiración profunda
- conteniendo el corazón en el aliento -
sentí tus latidos en los míos
sentí tus manos en mi espalda
... te sentí cerca.
El placer de tus labios prohibidos,
una locura,
vos y yo.
Tus ojos que no se animan a mirar los mios,
la tibieza en el abrazo,
el reloj que se detiene para nosotros.
Magia, sin lugar a dudas.
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