martes, 31 de mayo de 2005

Ella y la ciudad

Una mañana fría en Montevideo, una ciudad tan al sur que casi es olvidada por el Mundo. Una ciudad tan única, tan mía, tan cercana al corazón.
Una mañana fría en las calles, las manos heladas, los parpados cansados, pero todo gira, y yo también. Se corre el telón y salimos a escena, no siempre con la mejor cara, no siempre con el mejor humor, pero el show debe continuar, con o sin mi.

Aquel blues dando vueltas en mi cabeza, de oreja a oreja, mareados los pensamientos, y al cerrar los ojos otra vez estás tu, y ese beso, y esa sonrisa, y esos pasos firmes, y esa calle que te ve partir.

Montevideo, frío, muy frío. Ciudad en la que te pierdes, y te pierdo. No una gran city amurallada, un muro entre tu corazón y el mío.

Palabras sueltas, entreveradas, al despertar una mañana fría de un mayo que se extingue rápidamente, y como aquellos besos, desaparece.

Montevideo, ganas de escribirte una canción, ganas de volverla a ver, de volver a sus besos, y de cantar otro blues, que hable de amor, que hable de pasión, y que también sepa callar.

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